Tan solo una gringa más

Una de las metas finales para la gran mayoría de inmigrantes que llegamos a este país en busca de mejores oportunidades es terminar haciéndonos ciudadanos norteamericanos, un proceso largo y tedioso que comienza obteniendo la residencia permanente de los Estados Unidos.

La residencia significa salir de las sombras, despojarnos del temor que produce conducir un vehículo sin "Driver License" y por casualidad tener una patrulla detrás. Es existir para la legalidad, poder ir a un banco y abrir nuestra cuenta con todos tus papeles en regla. Es en definitiva ingresar al mundo del crédito, del estudio y de mejores oportunidades de trabajo.

El problema radica en la obtención de la misma teniendo en cuenta la xenofobia que existe ahora en el gobierno como consecuencia del tragicámente famoso "9/11". Las vías para la consecución de la misma se han ido cerrando y las redadas contra los indocumentados aumentan a lo largo y ancho de toda la Unión Americana.

Los hispanos somos la prioridad numero uno para el gobierno en cuanto a deportaciones se refiere, hasta el punto de que mucha gente a preferido regresar a sus países, antes de pasar por un proceso de deportación.

Por lo tanto, obtener la ciudadania es fundamental para asegurar nuestra estadía en este país, pues ya ni con la residencia se esta seguro.

Mi esposa, Patita, comenzó este proceso unos meses atrás reuniendo todo el cartapacho de documentos con, fechas de salidas y entradas a los Estados Unidos, direcciones de residencia, fotos, nombres de hijos, padres, hermanos, abuelos, tatarabuelos y familiares lejanos que vivan en este país. Revisaba una y otra vez las hojas en busca de faltantes o errores en las fechas, pues para el "INS", cualquier error por mínimo que sea en los papeles es un fraude, es un engaño y te pueden comenzar "proceso de deportación" .

Esto, sumado al extenso examen de 100 preguntas, rediseñado y extendido para "corchar" mas personas, acrecienta el nerviosismo a medida que se acerca la fecha de la entrevista. El examen de por si atemoriza; preguntas y preguntas sobre la constitución, la política e historia Norteamericana terminan hasta por robarte la tranquilidad y el sueño. Y lo peor de todo es que no fue solo a Patita, no, todos nos involucramos en el proceso de aprendizaje.

En el carro teníamos un CD con el cuestionario; la música y las noticias desaparecieron de la radio, solo preguntas y respuestas que todos repetíamos en coro. Los muchachos, Mateo y Lucas se aprendieron las respuestas en menos de una semana contestando al unisono primero que la mama. Luego, en casa tenia un vídeo con una detallada escena del día de la entrevista, comenzando en la mañana con unos supuestos actores que se levantaban y comenzaban por escoger la ropa adecuada para el día señalado: que el hombre con saco y corbata, que los zapatos bien lustrados, que el peinado de esta manera, para después seguir con la mujer que entraba al ropero y escogía el vestido ideal, la falda precisa, los zapatos y el bolso en combinación de colores, el cual parecía más bien un vídeo de modas que de inmigración. Ya en la entrevista los actores te indicaban hasta la forma de saludar y sentarte enfrente del entrevistador, en fin, le daban mas importancia a la imagen que se tomaran de ti que a los conocimientos que tuvieras del examen.

Pero volviendo a la realidad, ese gran día llegó y mi esposa como no es muy exigente ni glamorosa en su vestir, con dos ojeadas a su ropero tuvo para escoger el traje.

Estando en el parqueo de las oficinas de inmigración, releímos por ultima vez la lista de documentos que exigían y notamos un párrafo en el que decía "No es necesario, pero si puede llevar con usted dos fotos de pasaporte seria conveniente". Yo me pregunte, si no es necesario, por que razón las piden, que quieren con esto, preguntarte por las fotos en la entrevista para probar tu dedicación y esmero con los documentos?

Comenzamos a dudar y preguntarnos si seria realmente indispensable llevar las fotos, rápidamente busque una foto en mi billetera que recordaba tenia de pasaporte, pero al tratar de sacarla se rompió. Salimos al centro comercial de la esquina a buscar un servicio de fotografía, pero después de 15 minutos de buscar decidimos regresar al parqueo y presentarnos sin las fotos.

La espera se hizo eterna, 15 minutos, media hora, una hora y nada que la llamaban; comenzaba el nerviosismo a apoderarse de su cuerpo, sus manos frías lo denotaban; trataba de calmarla preguntándole las ultimas cinco preguntas que le faltaban por memorizarse cuando oímos su nombre y mi esposa salio en dirección a su destino.

Quede solo en mi asiento mientras se cerraba la puerta que la conduciría a su entrevista. Mi mente se fue muchos años atrás, cuando para mi ella era una desconocida y no sabia ni siquiera que ya caminaba por esta tierra. Volví a dibujar la ultima sonrisa nerviosa que me dedico segundos antes de dirigirse hacia su llamado, la sentía tan parte escencial de mi, tan ligada a mi existencia que no podía imaginar un despertar sin la tibieza de su cuerpo a mi lado, era increíble como esa persona desconocida había llegado a convertirse en mi complemento, en mi soporte vital, que la vida sin ella no tendría sentido.

La vi salir, otra vez con su sonrisa, pero esta vez de alegría, de triunfo y le dije: por esa puerta entro una hermosa mujer colombiana y ahora me devuelven "tan solo una gringa mas"

Felicitaciones a la nueva ciudadana norteamericana!.

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