El clavo en la pared
La escalera quedo en precario equilibrio, mis manos trataron de aferrarse a la pared pero no alcanzaban a tocarla. Comencé a caer de espaldas al vació. Por la época en que recién salía de la bancarrota del periódico y en vista de que no conseguía como ganarme la vida, decidí aceptar un empleo en construcción, que con el turismo, son las dos fuentes de trabajo que mueven la economía del estado de la Florida. Un vecino del condominio era contratista de unas casas que se estaban construyendo en el oeste del condado de "Broward" y acepto llevarme con el para la siguiente semana, aun a sabiendas de que no tenia ningún tipo de experiencia en el trabajo que iba a realizar. Fui, con mi esposa muy contento a comprar las herramientas necesarias para comenzar a trabajar: el taladro que tenia que ser de tal marca, que fuera liviano y soportara el día entero girando y girando en las resignadas y sufridas cabezas de los tornillos, un martillo, unas tijeras grandes y fuertes que cort