Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2020

Si del cielo te caen limones...

En Miami la ajetreada oficinista corría de un lado para otro supervisando las entregas, era finales de noviembre y todos los pedidos tendrían que salir a comienzos de diciembre. Había cajas diseminadas por todo el piso; unas sin destapar, otras medio abiertas, la mayoría vacías y arrumadas en una esquina del amplio y desordenado local. Era un caos total, un corre y corre, un dame y trae que sólo ella entendía. A sus órdenes todos se movían, destapaban cajas, buscaban mercancías y ordenaban paquetes por direcciones, tamaños y urgencias. El grupo de personas que trabajaban con ella eran jubilados de medio tiempo que se preguntaban como una muchacha tan joven y extranjera pudiera tener todo ese desorden y revoltijo ordenado en su cabeza y saber dónde se encontraba tal o cual artículo que hiciera falta o sobrara en ese maremágnum de cajas y paquetes.  Alla en Nueva York, en un suburbio marginal del Bronx, en unos edificios abandonados, también empacaban cajas, cada paquete lo envol

Se durmió

El septuagenario galán se acercó tímidamente al mostrador de la farmacia; entre risitas nerviosas y explicaciones innecesarias le preguntó al dependiente, casi que hablándole al oído en susurro, por las famosas pastillas que le recargarían las balas del oxidado e inoficioso cañón que le colgaba en medio de las piernas. El dependiente, un joven de gruesos lentes y pelo engominado sin levantar la vista del teclado de la computadora donde tomaba los pedidos le gritó a todo pulmón a otro empleado que se mantenía ocupado en las estanterías del boticario que le hiciera llegar una caja de Viagra. El viejo galán escuchó al instante las risitas ahogadas de dos viejecitas que hacían cola detrás de él, y como dardos venenosos que se le clavaban en la nuca sintió las miradas de todos a su alrededor. Rojo como un tomate salió de la farmacia con la cabeza gacha a toda prisa con su cajita en la mano. Afuera respiró profundo y aligeró el paso para llegar a tiempo a la cita, al voltear la esquina mi