Entradas

Mostrando las entradas de febrero, 2018

Una Aventura otoñal

Se sentaron al borde de la cama, uno muy cerca del otro, cada cual con sus cavilaciones, sus miedos, dudas y deseos expectantes. El la observó de soslayo; con su mano suavemente le cogió el mentón para girar su cara y quedar frente a ella. Le quitó las gafas y pudo apreciar sus inmensos ojos carmelita, asustados, húmedos, esquivando su penetrante mirada. Ella apartó la mano que le sujetaba el mentón, agachó la cabeza, se frotó las sudorosas manos con nerviosismo. El silencio, denso y agobiante hacia que el respirar resonara como alguien que esta encerrado en un diminuto cúbiculo. Sus corazones se agolpaban en el pecho queriendo desbocarse y detenerse al mismo tiempo. Esa mañana ella había madrugado un poco mas de lo usual. Muy temprano en la cocina preparó el desayuno para su marido y le dejó también lista la cena, una rutina que había efectuado estoicamente por casi 30 años. Tenia pensado llegar tarde a casa. En el cuartito del baño se detalló desnuda tratando de rescatar con su crit

La pérdida

Sintió que algo se desgarraba dentro de ella cuando la perdió. Lloró, de dolor y ausencia. Cuanto tiempo habían estado juntas, inseparables; no se acordaba cuantos años, toda una vida; eso creía. Siempre unidas, en las malas y en las buenas, cualquier bocado de comida juntas, sonrisas por doquier, exhibiéndose. Hasta los besos los habían saboreado juntas y eso lo recordaba con cierto gesto picaresco en el rostro que no asomaba ningún arrepentimiento. No supo, por mas que trataba de recordar, en que momento la relación comenzó a deteriorarse, daba marcha atrás en su memoria pero era inútil. Uno que otro aviso, síntomas pasajeros que ignoró. Como aquel día en el que estaban juntas viendo una película en casa; sintió, al pasar la lengua lascivamente sobre ella un leve rechazo, imperceptible, tal vez algo para no preocuparse y pronto lo olvidó. Una noche despertó sobresaltada, una pesadilla tal vez, pero lo cierto es que se sintió incomoda y ella, muy dada a los presentimientos,

Te amo, asi de simple

Es increíble 18 años a tu lado y aun me apasiona desvestirte como la primera vez que lo hice. Por esa razón cuando amanezco a tu lado, lo primero que hago al despertarme es quitarte la cobija para abrazarte y disfrutar de la calidez de tu piel, del aroma de tu soñolencia, de la esplendidez de tu cuerpo, asi de simple. Han pasado los años dejando huellas, es cierto, pero son esas huellas, esas transformaciones de tu figura las que te hacen mas cautivadora, mas deseable. Los años te han hecho resplandecer; como las flores cuando se abren en primavera dejando ver toda su natural hermosura; como las frutas maduras cuando los ricos colores rojos y anaranjados las hacen mas apetecibles. Tu piel ha perdido firmeza mas no sensibilidad, recorrerte con mis manos es una delicia, aspirar tu aroma es regocijante, beber de tu boca es un afrodisíaco que me retrocede en años convirtiéndome en un hombre impetuoso que quiere poseerte y amarte hasta el agotamiento, así de simple. Cumpliste 43 a