El día de acción de gracias

"Thanksgiving Day", nombrado así a secas y en inglés a los recién llegados a Estados Unidos no nos dice mucho; solo un día festivo mas, que nos permite descansar, comer pavo y otras delicias hasta la saciedad; se preparan y se sirven mas comidas que en las fiestas navideñas, se reparten besos y abrazos, para después llenos y hartados ir a casa, levantarse temprano para las compras del "Viernes Negro" que, dada su importancia en el comercio de este país a ido creciendo y opacando al "Día de acción de Gracias" hasta el punto de que durante todo el año solo se habla y se espera el "Black Friday".

En fin de cuentas esta nación basa su poderío y supremacía mundial en el libre comercio y en el consumismo, que es algo tan adictivo como el juego, el licor o el cigarrillo. Pero no contentos con las jugosas ganancias que le produce este día a la economía del país, los "gurus" de la mercadotecnia se inventaron el "Cyber-Monday", que es lo mismo que el "viernes negro" pero sin el problema de madrugar a las tiendas a pelear por los artículos en los pasillos, ni esperar largas colas para pagar los mismos. Ahora en la comodidad de la casa y frente a la computadora, puedes saltar virtualmente de tienda en tienda viendo promociones y ofertas, para escoger lo que se acomode a tu bolsillo. Es fácil y divertido, nos facilitan el camino para gastar los dólares que tan fácilmente no entran a nuestras arcas.

Pero así como esta celebración, casi todas las fechas conmemorativas de este país que se han convertido en días festivos terminan por ser la gran oportunidad del  comercio para bombardearnos con publicidad, sugestivas e irresistibles ofertas con promociones y "Ahorros Increíbles", que a la larga terminan por borrar el real significado de las conmemoraciones del día festivo.

Por lo tanto voy a hacer un paréntesis en este carnaval de ofertas y rebajas para volver al verdadero motivo de la celebración del Día de Acción de Gracias.

Escoger un día en el año para dar gracias me hace evocar la canción de Violeta Parra, "Gracias a la vida", que es un himno al solo hecho de estar vivos y que en su primera estrofa nos regala esta frase: "Gracias a la vida que me ha dado tanto...", y es que tanto hemos recibido de la vida que a veces miro con desdén y pesar a las personas que se pasan el día lamentandose de todo lo que les acontece; si llueve el día esta horrible, si hace sol el calor es insoportable, si tienen trabajo maldicen que no hay tiempo para nada, si no lo tienen reniegan de su situación y de lamentación en lamentación van sumando días a su existencia sin disfrutar realmente de las maravillas y oportunidades que la vida les brinda.

Claro que tenemos altibajos, que no todos los días nos alumbra el sol y que hay momentos que se nos ensombrece el panorama, pero siempre habrá un motivo para sonreír, siempre tendremos una ocasión para agradecerle algo a alguien o para compartir un abrazo con alguien.

Al momento de dar gracias vienen a nuestra memoria los instantes en los cuales hemos recibido favores, regalos o felicitaciones por algún logro en nuestras vidas, pero casi nunca agradecemos lo "malo" que nos pasa o los infortunios a los que el destino nos somete. Y realmente estos momentos en que el universo nos cierra una puerta o nos tuerce el camino en la dirección menos esperada es cuando el destino nos esta evitando males peores o dando una lección para que aprendamos y nos corrijamos en el futuro.

"Mala suerte" decimos usualmente cuando algo se frustra o un accidente nos pasa haciendonos sentir desgraciados en ese momento, pero no pensamos en las consecuencias positivas que nos pueda acarrear ese infortunio. Aquí. me remonto a un hecho muy reciente en mi vida que al momento lo considere mala suerte pues iba en el carro con mi esposa y mis hijos a un compromiso social y otro vehículo nos choco por detrás dañando nuestro carro considerablemente. Entre la llegada de la policía y el reporte para el seguro del carro se nos fueron mas de tres horas perdiendo el compromiso al cual íbamos. "Que mala suerte" dijo mi esposa en ese momento.

Por esos días estábamos tratando de adquirir una impresora comercial que nos permitiera trabajar desde la casa y aumentar un poco nuestros ingresos, la compra se nos había complicado un poco por los costos de la misma y no queríamos recurrir al banco para un préstamo así que estábamos estancados en las negociaciones. Pero, "que de buenas somos" dijo mi esposa unas semanas después al recibir por correo el cheque del seguro que nos permitió comprar la impresora sin tener que recurrir al banco y poder trabajar desde la casa como lo teníamos planeado. Un hecho negativo trajo como consecuencia otro positivo en nuestras vidas. "No hay mal que por bien no venga" le replique a mi esposa echando mano de uno de los refranes que oía de niño a los viejos.

Como este tengo archivados en mi memoria infinidad de casos en que un incidente que al momento de ocurrir lo considere negativo con el correr del tiempo trajo un efecto positivo en mi vida mostrandome la sutil manera en que nuestro camino es alterado por el universo que como una mano invisible cuida de nuestros pasos.

Por eso hoy levanto la voz y grito a los cuatro vientos: "GRACIAS A LA VIDA QUE TANTAS VECES A CORREGIDO MI CAMINO Y ENDEREZADO MI DESTINO!".

Los dejo con una estrofa de la canción del colombiano Jorge Celedon "Que bonita es esta vida", que es una de mis preferidas.

"Ay, que bonita es esta vida
aunque a veces duela tanto
y a pesar de los pesares
siempre hay alguien que nos quiere
siempre hay alguien que nos cuida."

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