Pidiendole más tiempo a la vida

Entrar a un hospital para una operación tan común en estos tiempos modernos como es la extracción de la vesícula biliar, no debe porque poner nervioso a nadie, pero, te permite, muy en fondo hacer un balance de tu vida y con mayor razón si ya estas en los cincuenta pasados.
Este fue mi caso unas dos semanas atrás, un fuerte dolor quemante en la boca del estomago me obligo, después de una semana de resistirlo estoicamente, acudir de emergencia al hospital para recibir alguna medicina que me aliviara el insoportable dolor y así poder seguir con mi rutina de trabajo, pero, la vida y mi salud me tenían otros planes y he me aquí recuperandome de la intervención y con un organo menos en mi cuerpo.
Y que pasa por la mente de uno en los minutos previos a la operación?, que hasta aqui llegamos, que nos fuimos de este mundo; si, pero en mi caso la partida no duele tanto, por que pienso que la muerte es solo un despertar, un deshacernos de las ataduras de este cuerpo terrenal para seguir avanzando en el camino de la vida en otra dimensión donde somos solo energia. Lo doloroso o preocupante son las cosas que uno deja inconclusas o las personas que aun necesitan de nuestra mano protectora aqui en la tierra; mis hijos y mi esposa. Mis hijos por que estan comenzando su caminar por la vida: 5 y 9 años, edades en que necesitan de la guia y orientación de los padres y mi esposa por que en estos 10 años de vivir juntos hemos llegado a compenetrarnos tanto en amor y convivencia que somos un solo ser, un solo pensamiento caminando en una misma dirección.
Pero la vida es así, no la tenemos comprada ni asegurada y para morir solo necesitamos estar vivos. Afortunadamente, aunque no he sido un santo, tengo un balance positivo en mi vida y trato de ponerme al día con mis pecados y mis culpas para aliviar el karma y seguir evolucionando.