La profesora de ingles
Fué un instinto animal, una acto salvaje, primitivo, hormonal que ella entendió y aceptó al instante; rodaron por el suelo en una confusión de pieles desnudándose, en un amasijo de piernas y brazos, jadeos, mordiscos y suspiros. Hacia unos cuantos meses la pareja había decidido contratar los servicios de una profesora de ingles que les ayudara con el idioma pues recién habían llegado a Nueva York y necesitaban del idioma para conseguir un mejor trabajo. De todas las candidatas a la esposa le gusto esta pues solo hablaba ingles, con lo cual les exigía a ellos olvidarse del español y comunicarse solo en ingles, ademas era cuarentona casi llegando a los cincuenta y su aspecto desaliñado e informal no inspiraba ningún peligro para la relación. El también estuvo de acuerdo con la escogencia; era alta, de rubio pelo ensortijado que le caía descuidadamente en los blancos hombros. Poseedora de unos Intensos ojos azules enmarcados en unas gafitas redondas que la hacían parecer una intelectua