Naufragio en el rio San Juan - Ultima Parte
El sol que entraba por las ventanas, los perros ladrando mas el golpeteo de las olas en la proa de las embarcaciones nos despertaron del letargo en que nos encontrábamos; era temprano en la mañana, sudábamos copiosamente. Salimos del bohío y la brillantes del sol nos golpeó el rostro; cerramos los ojos por un instante mientras nos adaptábamos a la luminosidad del paisaje: el naciente disco solar se reflejaba en la plateada superficie del ancho río haciendo imposible mirar en esa dirección. El verdor de la tupida vegetación que en las orillas del río llegaba al borde extendiendo sus ramas hasta rozar la superficie iba del intenso verde oscuro esmeralda pasando por el verdoso aguamarina de las palmeras y los helechos hasta fundirse en un verde azuloso en el horizonte donde las montañas tocaban el cielo. Deambulaban por entre los bohíos unas cuantas gallinas, cerdos y perros rebuscando su alimento entre las piedras y la vegetación, que al vernos salir del bohío se espantaron huyendo d